estudio

mateos + bardi es un estudio de paisajismo, formado por Javier Mateos, ingeniero superior agrónomo, y María José Bardi, arquitecto. Equipo profesional con enfoque multidisciplinar, capaz de unir mediante una visión común del paisaje ambas disciplinas .

mateos + bardi, con sede en Madrid, España, inicia su andadura en 2011, año en que Javier y María José deciden formar equipo y desarrollar plenamente su visión conceptual del paisaje. Ambos profesionales tienen acumulados más de diez años de experiencia profesional en el mundo del paisajismo, ya sea de manera independiente o integrados en prestigiosos equipos, tanto en redacción de proyectos como en dirección de obra; trabajan a distintas escalas y en diversos ámbitos de actuación de espacios exteriores públicos y privados. Los criterios de accesibilidad, sostenibilidad, histórico-sociales y medioambientales están presentes en todos y cada uno de sus trabajos.

mateos + bardi ofrece una amplia gama de servicios, centrada en el diseño del paisaje en su sentido más amplio: desarrollado y adaptado a las necesidades, requisitos y particularidades de cada cliente, involucrando al mismo en las decisiones de diseño y aportando al proyecto su experiencia y formación técnica.

Abordan proyectos en España y Chile, de forma independiente o en colaboración con oficinas de ingeniería, arquitectura, empresas constructoras y de jardinería, además son asesores y especialistas en paisaje. Trabajan en la redacción de proyectos, dirección de obra y mantenimiento, en proyectos de urbanización, diseño urbano, plazas y jardines públicos o privados.

Enfoque

La base del trabajo de mateos+bardi consiste en elaborar los proyectos mediante un enfoque multidisciplinar, partiendo de un concepto y una idea, que mantienen a lo largo de todo el proceso. Desde el inicio hasta la definición del último detalle en la fase de dirección de obra, que materializa el proyecto y lo convierte en obra construida.

Sus proyectos tienen una base arquitectónica, una geometría que define y da estructura al paisaje y sobre la cual la plantación o vegetación se superpone y la completa; así se establece una simbiosis lograda mediante la superposición de diferentes capas.

En su trabajo es importante entender el contexto de la forma más amplia posible, de manera que sus intervenciones encajen perfectamente en el entorno. El resultado es, sin lugar a dudas, un diseño arraigado, un diseño que nace del lugar y de las características propias de él. Es así como dan valor a los elementos propios del lugar, como la vegetación, los elementos singulares preexistentes y los factores geográficos y ambientales: el clima, la topografía, la ubicación geográfica y el contexto cultural, social e histórico de cada paisaje definen su carácter. Trabajar en el medio, buscar las transiciones más adecuadas, o incluso llegar a concebir la propia construcción del jardín como respetuosa intromisión en el entorno, son criterios esenciales para la perfecta intervención en el paisaje, ya sea éste urbano, rural o natural.

La sensibilidad hacia el paisaje y al lugar les permite que les inspiren las formas propias de la naturaleza, que adecuan a los requisitos específicos de los clientes y usuarios.

Los aspectos que definen sus diseños son los siguientes:

  • relieve, como forma del suelo. Dar forma al plano horizontal, al suelo, modelar el suelo mediante el uso de escaleras, rampas, bordillos, muros como diferencias de nivel, diferentes texturas y tipos de pavimentos, alcorques, drenajes, etc.

  • plantación, como parte de la estructura espacial del jardín. Características de la plantación: forma, tamaño, textura, estacionalidad, patrón de sol, sombra y semisombra y características del suelo existente, etc.

  • iluminación, crear la atmósfera natural, utilización correcta de la luz solar, uso de sombras y semisombras, luz tamizada, luz artificial, etc.

  • diseño universal, teniendo en cuenta criterios de accesibilidad y seguridad.

  • programa de actividades, diseño y creación de espacios capaces de satisfacer las demandas de los clientes y usuarios.

  • sostenibilidad, diseño razonable, equilibrio social, ambiental y económico.

  • mantenimiento, se debe tener en cuenta que el diseño del paisaje se desarrolla a lo largo del tiempo, es un diseño dinámico, cuyo resultado no es inmediato y requiere prever una evolución del mismo basada en un correcto mantenimiento, trabajos de conservación y reposición. Se trabaja con elementos vivos en permanente cambio. Las plantas se desarrollan y el entorno y las condiciones de mantenimiento, supeditan dicho desarrollo, convirtiéndose por tanto en un factor imprescindible a la hora de proyectar. La clave está en diseñar teniendo presente esta evolución desde el inicio, controlándola en todo momento, para así, mediante la redacción y supervisión de las tareas programadas, prever todos los procesos y fases de esta evolución. Saber qué tipo de mantenimiento y recursos se puede o se quiere destinar a su proyecto es un aspecto fundamental a la hora de afrontar cualquier diseño. Todo proyecto necesita mantenimiento, pero hay distintos costes y grados de conservación.